Vergüenza Wando, vergüenza...

¿Nunca has tenido muchas ganas de decir algo y cuando estás por decirlo, no te salen las palabras? Y al tiempo despúes, te arrepientes de no haberlo dicho o haber actuado. Claro, nada se puede hacer para solucionar eso y es absurdo estar deliberando por una verdad que no se dijo o una situación que no se dió, es un gasto de energía inútil.
Pero sin embargo, hay algo aún mucho más triste que eso y es obrar mal a conciencia y no decirlo ni sentir arrepentimiento, el problema es que somos humanos y la voluntad de repente es demasiado debil. Ese es el problema, el problema es que nuestra naturaleza es plástica y maleable, cualquiera se puede volver cruel ante la más mínima tentación y olvidar los motivos que realmente lo mueven a actuar o las cosas que en verdad valen la pena. La gente de voluntad fuerte y autocontrol en realidad son los heroes.
Todo esto viene a que me estoy comiendo el Sahne Nuss de mi madre y lo único que siento es que se me haya acabado.
PS: Para hacer más triste el cuadro, ahora estoy lamiendo el aluminio para sacar los últimos pedacitos de chocolate.
Vergüenza Wando, vergüenza.
"...Lo más triste es que hasta mis debilidades son más fuertes que yo..."
Felipito, de Mafalda